ideológicas, dejaron plasmada por escrito su reflexión política en torno a los diversos acontecimientos que experimentaron durante su vida. La segunda idea general que nos acompaña en el libro es la necesidad contrastar la contribución del pensamiento político de las mujeres a la luz de las corrientes principales de pensamiento, aunque reconociendo que han sido dominadas por los hombres. El pensamiento político y feminista de las mujeres siempre ha estado en constante diálogo con diferentes corrientes filosóficas y teóricas, de las que se han extraído argumentos que sirven a sus propios propósitos, ideas que nutren, en muchos casos, su crítica específica antipatriarcal para abonar a la transformación política en favor de la igualdad y la justicia social.

 

El texto que aquí nos reúne surge de un manifiesto interés por dar continuidad a una reflexión que nos ha ocupado por mucho tiempo. Por el peso que en la sociedad tiene, y puede tener, la educación nos interesa como tema para seguir repensando su lugar en un mundo marcado por la violencia. La visión que invocan las políticas nacionales e internacionales por una educación de calidad y equidad, y una educación para toda la vida, hace imperante cotejar tales presupuestos y promesas con la realidad efectiva que se vive en las aulas, tanto como su efecto en la vida de los estudiantes y profesores. Así, lejos de presentar una visión eficientista, nos propusimos indagar tras la función de los proyectos político-pedagógicos que dirigen la reflexión educativa hacia una visión del futuro como posibilidad: la de modificar las condiciones de desigualdad y de pobreza que operan en la sociedad actual.

 

Al inaugurar la edición 63 (2021) de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Guanajuato y tras ser reconocida con el Cuarto Premio Jorge Ibargüengoitia de Literatura (trayectoria) que otorga la misma institución, la escritora mexicana Carmen Boullosa pronunció su discurso a autoridades universitarias y público en general. No se piense en palabras "burocráticas" o redundantes, sino que Boullosa habló de su labor y responsabilidad como autora pues, en sentido amplio, dice, los escritores deben ser guardianes de la imaginación, la verdad (o no verdad), y la razón, a través de los textos, así como de la risa, la fiesta y la severidad que otorga la literatura. Esta publicación recoge lo expuesto, al tiempo que homenajea a Ibargüengoitia y a su ciudad, llamada Cuévano, en efecto, no podría ser otra.

 

Las representaciones de la maternidad en la cultura solo pueden ser entendidas como operaciones complejas. No tienen un significado inherente fuera del discurso y del ámbito de lo social, pues responden a categorías de sistemas históricamente dadas, en las que se dirimen parámetros culturales determinantes. Analizar y replantear las estructuras que se conjugan en estas representaciones fue por mucho tiempo una tarea pendiente. Afortunadamente, cada vez más, en los distintos ámbitos de la cultura —sociales, intelectuales, artísticos, científicos, políticos—, la maternidad es un eje que convoca voces diversas para reflexionar las ideas y los afectos involucrados en su compleja constitución. A esta vena se suma el presente libro, con estudios dirigidos al discurso literario de escritoras de habla hispana que someten a la mirada crítica las representaciones de la maternidad. Rosario Castellanos, Adela Fernández, Carmen Boullosa, Daniela Rea, Guadalupe Nettel, Lina Meruane, Ariana Harwicz, Samanta Schweblin y Patricia Esteban Erlés son algunas de las voces convocadas.

 

Se presenta en este libro una interpretación acerca de la violencia social que viven hombres y mujeres, debido al tipo de concepción que prevalece sobre la realidad social y el carácter coercitivo de lo cultural. Los autores ofrecen una interpretación que cruza la frontera de los paradigmas reconocidos como referente de lo legítimo, lo cual es el objetivo al ser parte de una comunidad académica, como sociólogos e individuos que comprometen su trabajo con las mujeres y los hombres que luchan por crear un mundo mejor. Se exponen varios flancos diseñados para una posible discusión teórica-conceptual sobre el tema de la violencia de género y, sobre todo, se da cabida a algunos testimonios de vida, cuyos contenidos muestran cómo hombres y mujeres están expuestos cotidianamente a diversas formas de violencia, sea material o simbólica.

El total de los trabajos aquí recopilados comparten una mirada sobre el desarrollo desde distintos ángulos que difieren del enfoque economicista. Al relacionar género y desarrollo tenemos el desafío teórico y empírico de sistematizar una crítica de las estructuras que producen y naturalizan las desigualdades en esta sociabilidad. Se aborda el auge de la participación de las mujeres en estructuras no hechas para su participación y en las que a menudo fueron relegadas a posiciones fuera de la toma de decisiones. Situación que puede coincidir con otros movimientos de otras latitudes en los que las mujeres se insertan en el laberinto de poderes de desventaja. Sea entonces, esta obra una valiosa aportación para reinvindicar los estados femeninos en armonía con los fenómenos sociales de la actualidad.

La vasta obra literaria de Laura Méndez de Cuenca es decisiva para la literatura mexicana del siglo XIX. Ello debido a varias razones, pero principalmente porque su obra evidencia la capacidad crítica que tenía la comunidad de intelectuales de la época durante un periodo de construcción nacional. Además, su participación en el mundo literario dijo mucho de la importancia femenina en el campo de las letras. Asimismo, cuestionó, con actitud crítica, la posición social de la mujer. Por esta razón sus apuntes la convirtieron, para muchos críticos, en la continuadora de la herencia de Sor Juana Inés de la Cruz. La Colección Lecturas Valenciana consigue engarzar los placeres de la lectura, la escritura y la publicación a través de sus dos vertientes, tan distintas como complementarias.

Estamos frente a una obra que estimula, propone y logra generar curiosidad en el y la lectora tanto por el tema abordado como por la forma en que está escrita. La autora recupera las experiencias, la participación y la agencia de mujeres en una agrupación evangélica-protestante en el Bajío mexicano. Lo hace desde una mirada feminista que incluye las emociones y el cuerpo como dimensiones fundamentales para entender y comprender el fenómeno de lo religioso a partir del trabajo de mujeres metodistas. La joven antropóloga y autora explora estos campos actuales de la disciplina a partir de la reflexión teórica pero también desde una extensa investigación de campo y de una etnografía encarnada como ella misma la llama. Así, la lectura se torna atractiva por su narrativa pero también por su contenido académico que nos invita a pensar en el fenómeno religioso desde la cercanía de quien lo vive, lo siente y lo significa.

En este ensayo, Antonieta Rivas Mercado habla de la posición entre el hombre y la mujer, pero sobre todo hace notar que el problema de la mujer en México (además de su condición histórico-social) es aceptar una vida llena de pasividad ante el hombre. Cabe resaltar que Antonieta nunca pretendió apuntar con el dedo y de manera peyorativa este rol de la mujer mexicana, sino que trató de hacer un recorrido por las condiciones externas de la mujer misma que la han llevado a creer a priori que su vida está dedicada y diseñada exclusivamente para el marido, los hijos, el hogar y los deberes de la Iglesia. Así pues, puede verse el lúcido esfuerzo y la gran aportación de Antonieta Rivas Mercado por el feminismo en México que, aún sin la popularización del término, comenzaba a ser tema de preocupación y ocupación para algunos durante esos años.